A través del instituto tamaulipeco para los migrantes, cinco personas originarias de El Salvador, quienes tienen más de cinco años en México, pudieron recibir su pasaporte para poder viajar a su lugar de origen y visitar a sus familiares.
Se trata de hombres y mujeres que salieron huyendo de El Salvador en busca de mejores oportunidades para sobrevivir.
Algunos intentaron llegar a Estados Unidos, pero refieren que en México encontraron la oportunidad de trabajar y han decidido quedarse a vivir aquí.
Aseguran que con este pasaporte solamente visitarán su país, pero ya no piensan quedarse allá.