En respuesta a la posible imposición de aranceles del 25% sobre productos mexicanos por parte del virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, tomaría medidas equivalentes. Así lo advirtió Marcelo Ebrard, secretario de Economía, quien destacó que esta acción encarecería las importaciones estadounidenses y no sería favorable para ninguna de las dos economías.
Trump ha amenazado con establecer aranceles para México como parte de su estrategia para presionar en temas de seguridad fronteriza y en la lucha contra el fentanilo. Sin embargo, Ebrard señaló que imponer estas tarifas podría afectar gravemente tanto a Estados Unidos como a México, y que el país tendría que responder con sus propias sanciones arancelarias.
Uno de los sectores más afectados sería la industria automotriz de ambos países, ya que Trump ha prometido fortalecer la producción nacional y ha insinuado imponer aranceles de hasta el 100% a vehículos fabricados en México. Esto ya ha generado incertidumbre en el sector, al punto de que compañías como Tesla han pausado la construcción de su planta en Nuevo León.
Ebrard también subrayó que ni los mismos asesores de Trump verían con buenos ojos la imposición de aranceles para abordar el tema migratorio y el control fronterizo. En una entrevista con Radio Fórmula, explicó:
“Si tú me aplicas un 25% de aranceles, yo debo responder en consecuencia, y siendo uno de tus principales socios comerciales, junto con Canadá, el resultado sería un golpe a la economía estadounidense. Incluso, los aliados más cercanos de Trump podrían no estar de acuerdo con el impacto económico que esto generaría”.
Impacto inflacionario en Estados Unidos
El secretario Ebrard advirtió que una posible medida arancelaria tendría como efecto inmediato un aumento en la inflación en Estados Unidos, lo cual afectaría directamente a los consumidores de ese país. Al ser México uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, el volumen de importación y la interdependencia económica entre ambos países crean una barrera significativa ante la propuesta.
De cara a la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, Ebrard recordó que, en la negociación de 2018, Trump había intentado que México se comprometiera como «tercer país seguro», una propuesta rechazada por el Gobierno mexicano debido a las implicaciones negativas.
En conclusión, el Gobierno mexicano está dispuesto a tomar acciones recíprocas en caso de que se materialicen los aranceles planteados por Trump, con el propósito de proteger su economía y minimizar el impacto en sectores clave como el automotriz.