Un impactante descubrimiento ha sacudido a la comunidad científica: la falta de sueño puede llevar al cerebro a autodestruirse. Investigadores de la Universidad Politécnica de Marche, liderados por el Dr. Michele Bellesi, revelaron que la privación de sueño acelera un proceso llamado fagocitosis, en el que células cerebrales, conocidas como astrocitos, comienzan a eliminar neuronas y conexiones saludables.
Este fenómeno, normalmente reservado para la eliminación de células dañadas, se descontrola con la falta de descanso adecuado, causando daño incluso a componentes esenciales del cerebro. Los científicos advierten que este proceso podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y demencia.
Los expertos enfatizan la importancia de dormir entre 7 y 8 horas diarias para prevenir estos efectos irreversibles. Dormir no solo es un lujo, sino una necesidad crítica para la salud cerebral.