Un operativo de gran magnitud realizado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en el norte de Texas concluyó con la detención de 84 personas el pasado domingo, según reportó CBS News. Las acciones, que abarcaron ciudades como Dallas, Fort Worth, Irving y varias áreas del condado de Collin, forman parte de un esfuerzo continuo para enfrentar la inmigración irregular en la región.
El operativo contó con la colaboración de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Houston, que participó en lo que se describió como «operaciones específicas mejoradas». Además, el gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó la intervención del Departamento de Seguridad Pública (DPS) del estado, fortaleciendo la coordinación entre las agencias federales y estatales.
Este tipo de operativos se inscribe dentro de un cambio en las políticas de inmigración que comenzó con la administración de Donald Trump.
Bajo esta nueva política, la administración de Trump ha intensificado las redadas masivas para arrestar a inmigrantes indocumentados. La Casa Blanca informó que, el jueves pasado, cientos de personas catalogadas como «criminales inmigrantes ilegales» fueron detenidas y deportadas en aviones militares.
Homan también ha señalado que las detenciones se centrarán en inmigrantes con antecedentes penales, aunque también es posible que personas en situación irregular sean detenidas en lo que se conoce como «arrestos colaterales». Esto ocurre cuando agentes de inmigración encuentran a individuos sin papeles legales mientras buscan a aquellos con antecedentes criminales.
El operativo del domingo en el norte de Texas refleja el compromiso de la administración de Trump con la implementación de políticas migratorias más estrictas. Estas acciones son parte de una campaña más amplia para cumplir la promesa presidencial de llevar a cabo una de las mayores operaciones de deportación en la historia de Estados Unidos.
Además, el despliegue de tropas militares en El Paso y San Diego, anunciado el 23 de enero, refuerza los esfuerzos de protección de la frontera sur. Casi 1,000 soldados del Ejército y 500 marines de Camp Pendleton forman parte de este primer grupo de tropas, de acuerdo con reportes de The Associated Press.
