Debido a la grave sequía que afecta a 10 municipios de la frontera de Tamaulipas, las autoridades han decidido reactivar el proceso de bombardeo de nubes para mitigar la falta de lluvias en la región. Esta medida fue anunciada por el gobernador del estado, Américo Villarreal, y busca generar precipitaciones que alivien la crisis hídrica que afecta a la población y la agricultura local.
La frontera de Tamaulipas enfrenta una severa escasez de agua, especialmente en los distritos de riego 025 y 026, que abarcan las principales áreas productivas del estado. La falta de agua impacta negativamente en el cultivo de granos básicos como el sorgo, maíz y okra, los cuales son fundamentales para la producción agrícola nacional. El presidente del Consejo Estatal Agropecuario, Jorge Luis López Martínez, advirtió que la ausencia de agua en estos distritos podría afectar gravemente la oferta alimentaria en el país.
Los municipios más afectados, como Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, se encuentran en una situación crítica, con el Semáforo del Cuidado del Agua en color rojo, lo que indica una falta alarmante de agua. A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal, que ha realizado bombardeos de nubes exitosos en años anteriores, la situación sigue siendo complicada debido a la escasez de lluvias en la región.
El subsecretario de Agricultura, Eliseo Camacho, recordó que en 2023 los bombardeos de nubes tuvieron resultados positivos, con una inversión de 340 mil pesos por cada estimulación. Esta medida permitió la lluvia en áreas clave, como Reynosa y Río Bravo, donde se lograron hasta 8 milímetros cúbicos de lluvia, lo que ayudó a salvar la cosecha de sorgo y mitigar los efectos del estiaje. Sin embargo, la efectividad de esta estrategia depende de las condiciones climáticas, y las autoridades esperan que este año se repita el éxito obtenido.