Las casas de migrantes en Matamoros, Tamaulipas, se han declarado listas para enfrentar las posibles deportaciones masivas que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, podría implementar. Ante esta situación, organizaciones como Casa San Juan Diego y San Francisco de Asís mantienen comunicación constante con las autoridades estatales y federales para coordinar esfuerzos y ofrecer asistencia a los migrantes deportados.
En entrevista con Telediario Radio, Carol Rentería, directora de las mencionadas casas, explicó que recientemente se llevó a cabo una reunión con autoridades sanitarias y de salud para coordinar la atención de los migrantes que pudieran ser deportados. Aunque aún no han recibido deportados, los albergues tienen capacidad para alojar hasta 600 personas y actualmente están atendiendo a aquellos cuya cita para ingresar a Estados Unidos fue cancelada.
Rentería señaló que, en este momento, los albergues reciben principalmente a personas rezagadas debido a las cancelaciones de citas en el sistema CBP One. La capacidad de los albergues es adecuada para este tipo de situación, pero en caso de que se produzca un aumento significativo en las deportaciones, se solicitaría apoyo adicional.
