Este lunes, Joël Le Scouarnec, un excirujano de 74 años acusado de abusar sexualmente o violar a 299 pacientes, en su mayoría niños, confesó ante la justicia francesa haber cometido “la gran mayoría” de los actos que se le imputan. El proceso, que comenzó en el tribunal de Vannes, en el oeste del país, destapa uno de los casos de pederastia más graves en la historia de Francia.
“El acusado asume su responsabilidad en casi todos los hechos”, declarou Maxime Tessier, su abogado defensor, al arrancar el juicio. “Le Scouarnec no busca en absoluto esquivar las consecuencias de sus actos”, enfatizó el letrado.
El hombre enfrenta una posible condena de 20 años tras las rejas por 111 cargos de violación y 189 de agresión sexual, cometidos entre 1989 y 2014. Los delitos se agravan por su abuso de autoridad como médico y porque 256 de las víctimas eran menores de 15 años. Entre los casos más estremecedores figuran la violación de un bebé de un año y la agresión a un paciente de 70 años.
El juicio, que se extenderá por cuatro meses, llega apenas dos meses después de otro caso que sacudió al país: las violaciones masivas a Gisèle Pelicot, por las que 51 hombres fueron sentenciados. En esta ocasión, unas 30 personas protestaron frente al tribunal con pancartas como “Médicos agresores, violadores. Colegio de Médicos cómplice” y formaron con sus cuerpos la frase “Basta a la ley del silencio”.
Marie Grimaud, abogada de 39 de las víctimas, señaló que estas no esperan “nada” del acusado, sino que buscan “recobrar algo de dignidad, humanidad y reconocimiento por parte de la justicia”. Debido al elevado número de afectados, los testimonios se seguirán desde una sala contigua, y solo acudirán a la principal para declarar. “No contarán con el respaldo emocional de las demás cuando hablen frente al tribunal”, lamentó Grimaud.
Amélie Lévêque, una víctima de 42 años, admitió a la AFP sentir “miedo” de enfrentar al acusado. “Hoy vi a algunas amigas que también son víctimas y lloramos juntas. Fue hermoso y doloroso al mismo tiempo”, relató.
Las investigaciones revelaron que Le Scouarnec llevaba diarios detallados en los que registraba los nombres de sus víctimas y describía los abusos cometidos, a menudo bajo anestesia y en quirófanos. La edad promedio de los afectados era de 11 años. En su casa en Jonzac, donde vivía recluido con decenas de muñecas, las autoridades hallaron más de 300,000 imágenes pedófilas y miles de páginas de notas.
Aunque en 2005 ya había sido condenado a cuatro meses de prisión en suspenso por posesión de pornografía infantil, ello no le impidió seguir ejerciendo. No fue hasta 2017, tras la denuncia de una vecina de 6 años a la que agredió, que sus crímenes salieron a la luz.
Le Scouarnec, quien cumple prisión desde 2020 por abusos a cuatro menores, incluidas su vecina y dos sobrinas, enfrenta ahora este nuevo juicio. Al menos 40 víctimas han solicitado declarar a puerta cerrada. El fallo está previsto para el 6 de junio.