Las autoridades estadounidenses han anunciado este jueves que, en un plazo de 30 días, todo el personal transgénero será expulsado del Ejército, a excepción de aquellos que reciban una exención en virtud de la nueva política del Pentágono, que se basará en el «interés gubernamental».
El Departamento de Defensa ha indicado que cualquier miembro del servicio que haya sido diagnosticado con disforia de género o presente síntomas de la misma será retirado de inmediato.
La nueva normativa establece que el Pentágono solo reconoce dos sexos: masculino y femenino, y que los miembros del Ejército deben servir conforme a su sexo biológico. Para acceder a una exención, los militares deberán demostrar un historial de 36 meses de estabilidad y estar dispuestos a cumplir con las tareas y estándares asociados a su sexo.
La administración de Donald Trump, que firmó una orden ejecutiva en enero para implementar estas medidas, endurece la política que ya había sido introducida en 2017, permitiendo a los miembros transgénero en servicio en ese momento continuar, lo cual fue posteriormente impugnado en los tribunales. Aunque en 2019 el Tribunal Supremo avaló la normativa, el expresidente Joe Biden la derogó al asumir el cargo. Esta nueva versión es aún más restrictiva que la anterior.