Por primera vez en la historia, un ejemplar adulto del Melanocetus johnsonii, conocido como «diablo negro», ha sido avistado y grabado a plena luz del día, a tan solo 2 km de la costa de Tenerife. El hallazgo ocurrió durante una expedición de la ONG Condrik-Tenerife, dedicada al estudio de tiburones pelágicos.
La bióloga marina Laia Valor fue quien detectó la figura del pez flotando en la superficie, y el equipo, compuesto por los biólogos Marc Martín y Antonio Sabuco, y el fotógrafo David Jara, logró documentarlo con imágenes inéditas.
El diablo negro, un pez abisal que normalmente habita entre los 200 y 2.000 metros de profundidad, utiliza su antena luminosa para atraer a sus presas. Este avistamiento en aguas superficiales ha desconcertado a los expertos, que barajan hipótesis como una corriente ascendente, una patología o la huida de un depredador.
Aunque su aspecto es inquietante, el diablo negro es inofensivo para los humanos. Este descubrimiento, registrado en la RedPROMAR, resalta el valor de la ciencia ciudadana y la importancia de la investigación marina en Canarias. Este hallazgo subraya que aún queda mucho por descubrir en los misteriosos océanos.