En su conferencia matutina, conocida como «Las mañaneras del pueblo», el Gobierno de México expresó su rechazo a la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel del 25% al acero y aluminio, medida que entrará en vigor el próximo 12 de marzo. El ejecutivo mexicano calificó esta política como contradictoria y carente de justificación, dada la realidad comercial entre ambos países.
Marcelo Ebrard Casaubon, secretario de Economía de México, afirmó que la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, resulta inconsistente con los datos del comercio bilateral.
«No es lógico imponer tarifas cuando importamos más acero y aluminio de lo que exportamos», subrayó Ebrard, quien indicó que esta acción va en contra del superávit que Estados Unidos tiene en su balanza comercial con México en estos productos.
Según cifras oficiales, Estados Unidos exportó casi 6,897 millones de dólares en acero y aluminio a México en 2024, lo que le ha permitido mantener una ventaja comercial con el país vecino. En contraste, los Estados Unidos enfrentan un déficit significativo con otras naciones como Canadá (-9,675 millones de dólares) y China (-13,949 millones de dólares).
Por otro lado, datos de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO), respaldados por el US Census Bureau, indican que México se mantiene como el principal destino de las exportaciones de productos siderúrgicos de Estados Unidos, representando el 52% de las exportaciones globales de acero y aluminio de ese país al cierre de 2024.
A pesar de ello, las exportaciones mexicanas de estos productos hacia Estados Unidos han disminuido, retrocediendo a niveles de 2015-2017. Ebrard destacó que el superávit de Estados Unidos en este sector ha crecido significativamente desde 2015, cuando alcanzaba 1.2 millones de toneladas anuales, hasta llegar a 2.3 millones de toneladas en 2025.
El secretario de Economía consideró la medida como «muy inusual», ya que se estaría imponiendo un arancel a un país al que Estados Unidos vende más, cuestionando la lógica detrás de la decisión.
Ebrard también alertó que este tipo de medidas no solo perjudicaría a México, sino que podría generar efectos negativos en las relaciones trilaterales con Canadá, especialmente en el contexto del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que ha regido las relaciones comerciales entre los tres países durante las últimas cuatro décadas. En particular, destacó el impacto que tendría sobre la industria automotriz, cuyo proceso de fabricación depende de la libre circulación de materiales entre las naciones.
“Un pistón cruza hasta ocho veces las fronteras entre nuestros países antes de convertirse en un producto terminado. Si le impones aranceles, encareces todo el proceso y afectas la competitividad de la región”, explicó el funcionario.
Finalmente, el gobierno mexicano anticipó que buscará abrir canales de diálogo con las autoridades estadounidenses para evitar que la implementación de estos aranceles afecte negativamente las relaciones comerciales bilaterales. Marcelo Ebrard informó que se llevarán a cabo reuniones con el equipo del presidente Trump una vez que la medida sea ratificada, con el objetivo de exponer los argumentos de México.
