El comercio ferroviario entre México, Estados Unidos y Canadá entra en una nueva fase con la inauguración del puente ferroviario internacional Patrick J. Ottensmeyer en Nuevo Laredo, una infraestructura que promete duplicar el intercambio de mercancías en el principal corredor de carga de América del Norte.
La obra, construida con una inversión de 100 millones de dólares, coloca a Nuevo Laredo como la única ciudad fronteriza con dos cruces ferroviarios internacionales, lo que refuerza su papel como punto neurálgico del comercio exterior mexicano.
El evento de inauguración estuvo encabezado por el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya; la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas; el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jesús Antonio Esteva Medina, y representantes de Canadian Pacific Kansas City (CPKC), la empresa ferroviaria que operará el cruce.
¿Un parteaguas para el comercio?
La importancia de este puente no solo radica en su capacidad para mejorar la movilidad de carga, sino en lo que representa para el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el acuerdo comercial que rige las relaciones entre los tres países.
Actualmente, casi la mitad de la carga ferroviaria entre México y EE.UU. cruza por Nuevo Laredo, según datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario. Con este nuevo puente, el volumen de intercambio podría crecer significativamente, consolidando aún más a Tamaulipas como un eje clave de la logística continental.
“Es una obra que simboliza la cooperación y el compromiso para fortalecer los lazos comerciales entre nuestros países”, expresó Oscar del Cueto Cuevas, presidente de CPKC en México.
Durante su discurso, el gobernador Américo Villarreal destacó el impacto de la infraestructura en la región y la importancia de mantener un ambiente de seguridad y estabilidad para la inversión.
“Este puente es un mensaje de certidumbre que se difunde desde Nuevo Laredo, un punto clave del comercio internacional en América del Norte”, afirmó
En la misma línea, el secretario de Infraestructura, Jesús Antonio Esteva, vinculó la obra con la visión de la nueva administración federal.
“Son tiempos de transformación, tiempos de mujeres y ahora también tiempos de trenes”, dijo, retomando el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la reactivación del transporte ferroviario en México.
Nuevo Laredo: ¿capital aduanera de Latinoamérica?
La presidenta municipal de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas, calificó la inauguración como un “día histórico” para la ciudad, subrayando que la infraestructura reafirma su papel como la “capital aduanera de Latinoamérica”.
Sin embargo, más allá de las declaraciones políticas, expertos en logística advierten que el éxito del puente dependerá de su capacidad para operar sin cuellos de botella en las aduanas, donde la burocracia y la falta de personal han sido históricamente un problema.
La promesa de tecnología avanzada
Según CPKC, el nuevo cruce ferroviario incorpora tecnología de punta para agilizar el tránsito de trenes y mejorar la eficiencia del comercio transfronterizo. Aunque no se dieron detalles sobre las especificaciones técnicas, la empresa aseguró que la infraestructura permitirá ofrecer un servicio más confiable y competitivo.
El evento contó con la presencia de funcionarios de los tres países, entre ellos el embajador de Canadá en México, Cameron MacKay, la cónsul de Estados Unidos en Nuevo Laredo, Erika Zielke, y representantes del sector empresarial.
¿Qué sigue?
La inauguración del puente ferroviario Patrick J. Ottensmeyer es, sin duda, un hito para la conectividad en América del Norte. No obstante, su verdadero impacto se medirá en los próximos meses, cuando los flujos comerciales reflejen si la infraestructura responde a las expectativas de crecimiento que hoy celebran las autoridades.
Por ahora, Nuevo Laredo se mantiene en la mira del comercio internacional, con la promesa de consolidarse como el epicentro logístico de la región.