El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló este viernes que los nuevos aranceles a los coches importados llegarán «alrededor del 2 de abril», generando expectativas sobre cómo esta medida afectará a la industria automotriz global. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump expresó que, aunque había considerado implementarlos el 1 de abril, decidió hacerlo unos días después para evitar coincidencias con el Día de los Inocentes.
Este anuncio forma parte de su política proteccionista, que ya ha impactado a diversos sectores económicos. Desde el inicio de su segundo mandato, Trump ha impuesto un 10% de aranceles sobre los productos provenientes de China y planea aplicar un 25% sobre las importaciones de acero y aluminio. Ahora, el sector automotriz se prepara para recibir un golpe similar, lo que podría tener repercusiones tanto en fabricantes extranjeros como en los consumidores estadounidenses.
La estrategia de Trump con los aranceles, que ha utilizado como una herramienta de negociación para exigir concesiones en temas como comercio, inmigración y tráfico de drogas, ha generado controversia. Analistas internacionales advierten que este enfoque podría modificar las reglas comerciales globales y afectar las relaciones con aliados tradicionales de Estados Unidos, quienes también se verán obligados a ajustar sus políticas.
Además, el mandatario estadounidense también ha prometido que impondrá tarifas similares a los países que aplican aranceles sobre los productos estadounidenses. Con este enfoque, Trump sigue llevando su agenda proteccionista a niveles más agresivos, alterando el equilibrio comercial mundial y creando incertidumbre en mercados clave.