El pasado sábado, un vuelo de la aerolínea española Plus Ultra, que cubría la ruta Madrid-Caracas, se vio envuelto en una situación alarmante cuando un pasajero, con aparentes alteraciones mentales, intentó abrir una de las puertas de la cabina mientras la aeronave estaba en pleno vuelo. El incidente, que ocurrió a varias millas de altura, generó incertidumbre entre los pasajeros y la tripulación.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, comenzó su alteración al agredir a un pasajero que dormía en el asiento contiguo. Según los informes, el agresor comenzó a gritar y propinó manotazos a la persona mientras estaba descansando, lo que obligó a la tripulación a reubicarlo en otro asiento para evitar mayores conflictos. Sin embargo, poco después, el pasajero alterado se levantó y se dirigió a una de las puertas del avión, donde intentó abrirla.
Afortunadamente, el personal de vuelo actuó con rapidez para controlar al pasajero. Durante el forcejeo, un miembro de la tripulación sufrió una fractura parcial del peroné. No obstante, las autoridades de la aerolínea confirmaron que la seguridad del vuelo no estuvo en riesgo en ningún momento. El pasajero fue asegurado en la parte trasera de la aeronave y permaneció bajo vigilancia hasta aterrizar en Caracas, donde fue entregado a las autoridades locales.
Este incidente pone en evidencia los riesgos que pueden surgir cuando los pasajeros no mantienen un comportamiento adecuado durante el vuelo. Aunque abrir la puerta de un avión en pleno vuelo es casi imposible debido a la presión interna de la cabina, la situación generó preocupaciones sobre la salud mental de los viajeros y la seguridad aérea. Los expertos insisten en que, aunque los riesgos de despresurización son catastróficos, las aeronaves están diseñadas para resistir este tipo de situaciones extremas.
