Reducida a cenizas quedó la bodega de desechos infecciosos de la Unidad Médica Familiar Número 10 del IMSS, ubicada en la zona centro de Altamira, tras ser alcanzada por el fuego. La ola de calor también causó daños en un segundo cuarto donde se resguardaba material de curación.
El incendio habría iniciado por un cortocircuito en la bodega donde se almacenaban los residuos infecciosos. Las llamas se propagaron rápidamente y alcanzaron un vehículo de reciente modelo que estaba estacionado entre ambas bodegas, en el patio trasero de la clínica, ubicada en la calle Miguel Hidalgo e Iturbide.
En cuestión de minutos, el fuego consumió el vehículo y la intensa ola de calor comenzó a afectar otra bodega. La situación, que pudo haber sido de mayor magnitud, fue controlada gracias a la rápida intervención de los Bomberos Voluntarios de Tamaulipas y el personal de la clínica, quienes solicitaron extintores a los negocios cercanos mientras llegaban las unidades con agua y equipo especializado.
También arribaron bomberos municipales, quienes, en conjunto con los voluntarios, lograron sofocar el incendio. Agentes viales acordonaron la zona para impedir la circulación.
Como medida de seguridad, el personal y los pacientes de los consultorios fueron evacuados mientras los bomberos trabajaban en apagar las llamas y enfriar las áreas afectadas.
Poco después de media hora, la emergencia fue totalmente controlada.
Una vez disipado el peligro, el personal de la clínica informó que las consultas quedarían suspendidas hasta el día siguiente.
