Donald Trump, dará a conocer el próximo 2 de abril una nueva tanda de aranceles en un evento que se llevará a cabo en la Rosaleda de la Casa Blanca. Acompañado de su gabinete, Trump calificó la fecha como el “Día de la Liberación”, señalando que esta medida tiene como objetivo librar a EE.UU. de prácticas comerciales “injustas” que, según él, otros países han mantenido durante décadas.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, detalló que el presidente presentará un plan arancelario para revertir lo que considera prácticas comerciales desleales, que afectan a los trabajadores estadounidenses. Trump tiene previsto imponer «aranceles recíprocos» a aquellos países que, según el gobierno de EE.UU., imponen barreras comerciales contra los productos y servicios estadounidenses.
El anuncio de Trump también contempla la aplicación de un arancel del 25 por ciento a los automóviles importados a EE.UU., una medida que entrará en vigor el mismo día. La Casa Blanca sostiene que esta política fomentará la manufactura nacional, aunque algunos expertos advierten que podría aumentar los precios para los consumidores y afectar a los grandes fabricantes de automóviles del país. Para mitigar el impacto en la industria automotriz, se ha decidido eximir temporalmente de este arancel a las piezas fabricadas en México y Canadá.