Hooters se declara en bancarrota y busca 40 MDD para operar

1 abril, 2025 • Estados Unidos
Hooters se declara en bancarrota y busca 40 MDD para operar

Hooters, la icónica cadena de restaurantes conocida por sus alitas de pollo y su polémica imagen de camareras con ajustados uniformes, se ha declarado en bancarrota ante un tribunal de Texas. Este anuncio marca un declive significativo para una marca que alguna vez simbolizó la indulgencia y el exceso en la cultura gastronómica estadounidense.

A pesar del proceso de quiebra, la empresa aseguró que sus restaurantes continuarán operando con normalidad. «Nuestros renombrados restaurantes Hooters llegaron para quedarse», afirmó la compañía en un comunicado. El plan de reestructuración busca mantener en funcionamiento la mayor cantidad posible de establecimientos y revitalizar la marca.

Fundada en 1983 en Clearwater, Florida, Hooters construyó su imperio bajo una fórmula sencilla: cerveza, deportes, comida frita y un personal femenino con atuendos reveladores. La cadena prosperó, expandiéndose por Estados Unidos y mercados internacionales, con más de 400 locales en su apogeo.

Sin embargo, con el tiempo, las tendencias gastronómicas y culturales evolucionaron. El auge de la comida rápida saludable y una mayor demanda de inclusividad en las marcas dejaron a Hooters con una imagen desactualizada. Además, el movimiento #MeToo y la creciente conciencia sobre la equidad de género hicieron que su concepto se volviera cada vez más polarizante.

La situación financiera de Hooters también se deterioró debido a una mala gestión. Los propietarios de capital privado acumularon una deuda de aproximadamente 350 millones de dólares, alejando a la marca de sus orígenes como un restaurante relajado con ambiente familiar.

Uno de los puntos de inflexión clave ocurrió en 2021, cuando Hooters of America introdujo nuevos uniformes de camarera, más similares a lencería que a los tradicionales pantalones cortos deportivos. Este cambio, junto con la insistencia en noches temáticas con camareras en bikini, alejó a la cadena de su esencia original.

La pandemia de COVID-19 agravó los problemas, ya que la dependencia de Hooters en el servicio presencial la dejó vulnerable en un momento en que otros restaurantes lograron adaptarse con estrategias de comida para llevar y entregas a domicilio.

Con la bancarrota en marcha, un grupo liderado por los fundadores de la empresa ha anunciado la compra de los restaurantes propiedad de la compañía. Neil Kiefer, CEO de HMC Hospitality Group, está al frente de la iniciativa para recuperar la identidad de la marca.

«Lo llamo una re-Hooterización», explicó Kiefer a Bloomberg. «Queremos que la gente vuelva a vernos como un lugar cómodo, amigable y accesible».

El plan incluye alejarse de las estrategias de marketing más provocativas y recuperar el ambiente de «destino playero» que caracterizó a Hooters en sus inicios. Con este enfoque, la cadena espera atraer a una base de clientes más amplia sin perder su esencia.

Por Con información de Invezz

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