En una de las operaciones más significativas contra el narcotráfico en los últimos años, la Guardia Costera de Estados Unidos confiscó en el océano Pacífico oriental múltiples cargamentos de cocaína y mariguana vinculados con dos de los cárteles más poderosos de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa. El valor total de las drogas en el mercado negro supera los 509 millones de dólares, según informó la fiscal general estadounidense, Pam Bondi.
Durante la operación, se incautaron 20 mil 480 kilogramos de cocaína pura y 17 mil 980 kilogramos de mariguana, un golpe severo a las finanzas ilícitas de estas organizaciones criminales transnacionales.
«Lo que hicieron las tripulaciones fue salvar incontables vidas estadounidenses. Esta droga tenía como destino nuestras comunidades, e incluso, posiblemente, otras partes del mundo», destacó Bondi al reconocer la labor coordinada entre las agencias federales y la Guardia Costera.
El vicealmirante Nathan Moore, comandante del Área Atlántica de la Guardia Costera, explicó que las unidades marítimas contaron con tecnología de punta para la vigilancia e intercepción de embarcaciones sospechosas, lo que permitió la confiscación de los estupefacientes.
“El océano es nuestro, no suyo. ¡Los encontraremos, los perseguiremos y los detendremos!”, sentenció Moore en un mensaje directo a los líderes del narcotráfico.
Como resultado de esta operación, se han iniciado al menos 11 procesos judiciales federales en el estado de Florida, mientras continúa la identificación de los responsables y la investigación de las rutas utilizadas por los traficantes.