Pescador captura tiburón peregrino de 7 metros de largo, una especie en peligro

11 abril, 2025 • España
Pescador captura tiburón peregrino de 7 metros de largo, una especie en peligro

Una embarcación pesquera del Port de la Selva, en la Costa Brava, capturó accidentalmente un tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), el segundo pez más grande del planeta después del tiburón ballena y el mayor del mar Mediterráneo. Según informó la cadena 3Cat, el animal, que medía más de siete metros de largo y superaba la tonelada de peso, fue hallado sin vida enredado en las redes del barco. 

La alcaldesa de este municipio de Girona, Lídia Ferrer, explicó a Catalunya Informació que el escualo fue atrapado en alta mar y posteriormente trasladado al puerto, donde fue examinado por expertos. Hasta el lugar se desplazaron agentes del cuerpo de Agents Rurals y voluntarios de la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM), quienes recolectaron muestras para su análisis. 

El tiburón peregrino es una especie protegida, catalogada como “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y su captura está prohibida en aguas europeas. Sin embargo, estos gigantes marinos continúan enfrentándose a diversas amenazas como capturas accidentales, contaminación y pérdida de hábitat. 

A pesar de su tamaño imponente —puede alcanzar más de diez metros de longitud y pesar hasta cuatro toneladas—, el tiburón peregrino no representa peligro alguno para los humanos. Se alimenta exclusivamente de plancton, pequeños peces y larvas marinas que filtra a través de sus branquias mientras nada con la boca abierta. 

Aunque se considera un visitante ocasional, su presencia en las aguas del litoral español es cada vez más habitual. Su avistamiento es más frecuente entre abril y octubre, cuando el aumento de temperatura favorece la proliferación de plancton. En España, ha sido registrado en el mar Cantábrico, el Mediterráneo occidental, la costa atlántica gallega, el golfo de Cádiz, las Islas Canarias y Baleares. 

La Fundación CRAM, junto con otras organizaciones como Oceana, insiste en la necesidad de mejorar los protocolos ante varamientos o capturas accidentales de esta especie. Casos como el del Port de la Selva se han repetido en años recientes, generando preocupación entre la comunidad científica. 

Por Con información de Infobae

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