Autoridades penitenciarias de Costa Rica interceptaron a un gato que era utilizado para introducir droga al centro penal de Pococí, en la ciudad de Limón. El animal, apodado por los medios como el “narcomichi”, llevaba adheridos a su cuerpo paquetes con marihuana y crack, lo que sorprendió a los custodios por la creatividad del método empleado.
El hallazgo ocurrió cuando los oficiales del penal notaron que un gato rondaba frecuentemente los alrededores del centro carcelario. Al inspeccionarlo, descubrieron que transportaba drogas adheridas a su cuerpo mediante cinta adhesiva y una bolsa. Inmediatamente, las sustancias fueron decomisadas y el felino fue trasladado a revisión veterinaria.
Según el informe preliminar, el animal cargaba un total de 235 gramos de droga. Las autoridades investigan ahora cómo fue entrenado el gato y quiénes están detrás del intento de introducir narcóticos a través de este inusual método. El hecho ha generado gran atención en redes sociales por la singularidad del caso.
El centro penitenciario de Pococí, oficialmente llamado Carlos Luis Fallas, opera desde 1991 en una zona que anteriormente fue una finca bananera. Este caso se suma a los esfuerzos del país por frenar las estrategias del narcotráfico, que cada vez recurren a métodos más ingeniosos para eludir la vigilancia.