En el marco del Día Internacional del Trabajo, el Gobierno de México anunció la puesta en marcha de una de las reformas laborales más esperadas por el sector obrero: la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. El cambio será implementado de forma “paulatina y gradual” y se espera que esté completamente vigente a más tardar en enero de 2030.
El anuncio fue encabezado por el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Bolaños, quien detalló que esta transformación responde a una demanda histórica de las y los trabajadores del país, y que el proceso de implementación se realizará a través del diálogo entre los distintos sectores involucrados.
“Por instrucciones de nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, comenzaremos con la instauración paulatina y gradual de la semana laboral de 40 horas. A más tardar en enero del año 2030, este será un derecho consolidado en México”, afirmó Bolaños durante el acto oficial.
México es uno de los países con mayor carga laboral en el mundo, con un promedio anual de 2 mil 124 horas trabajadas, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La reforma busca equilibrar la vida laboral y personal de millones de empleados, al tiempo que se mejora la productividad y el bienestar general.
El proceso de implementación contempla la realización de mesas de trabajo y foros nacionales entre el 2 de junio y el 7 de julio, en los que participarán representantes de los trabajadores, empresarios, sindicatos y académicos.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum subrayó que este cambio se construirá a través del consenso:
“No es una reforma que se pueda hacer de un día a otro, pero lo importante es que sea un acuerdo que garantice mejores condiciones para las y los trabajadores de México. Siempre es un buen momento para defender los derechos laborales”, declaró la mandataria.
Sheinbaum recalcó que su administración buscará repetir el modelo de consenso que ha caracterizado otras reformas importantes en el país, subrayando la necesidad de que todas las partes estén involucradas para lograr una implementación efectiva y sostenible.
Con este anuncio, el gobierno marca un paso firme hacia una transformación laboral que responde a los reclamos de años y que, de concretarse, alineará a México con estándares laborales internacionales más justos y humanizados.
