Este jueves, el humo blanco emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina y las campanas de la Basílica de San Pedro repicaron con fuerza: los cardenales han elegido al nuevo líder de la Iglesia Católica.
La señal tradicional marcó el fin del Cónclave 2025, en el que 133 cardenales votaron para designar al sucesor del Papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril tras sufrir un ictus cerebral.
La elección se confirmó a las 18:07 horas locales (10:08 horas, tiempo de México), tras varias rondas de votación. Como indica el protocolo, el nuevo Pontífice se encuentra en la sacristía conocida como la “sala de las lágrimas”, donde se reviste con los hábitos papales antes de su primera aparición pública desde el balcón central de la basílica, donde pronunciará la tradicional bendición “Urbi et Orbi”.
Entre los nombres que sonaban como posibles sucesores se encontraban el secretario de Estado Pietro Parolin, los italianos Matteo Zuppi y Pierbattista Pizzaballa, el filipino Luis Antonio Tagle y el estadounidense Robert Francis Prevost.
Aunque también participaron dos cardenales mexicanos, Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega, analistas consideraron baja su probabilidad de ser elegidos, a pesar del peso demográfico del catolicismo en México.
La elección del nuevo Papa, el número 267 en la historia de la Iglesia, se llevó a cabo bajo estrictas reglas de confidencialidad.
Para resultar electo, el candidato debía alcanzar una mayoría de dos tercios de los votos.
En las próximas horas, millones de fieles en el mundo conocerán el nombre y el rostro del nuevo Sumo Pontífice que liderará la Iglesia en una nueva etapa.
