Este día, el municipio de Altamira cumple 276 años de su fundación; sin embargo, varias de sus colonias olvidadas siguen con calles de tierra, llenas de maleza y basura. Ahí, la transformación que tanto se pregona no ha llegado.
Una de estas colonias es la Acapulquito, que colinda con Tampico y cuyas familias siguen esperando ver, algún día, sus calles cuando menos asfaltadas.
Con más de 30 años viviendo en la casa marcada con el número 907 de la calle Abasolo, Margarita Perfecto Torres tiene que caminar con cuidado entre tanta piedra para no caerse, como ya le ha pasado en otras ocasiones, una de ellas con fractura incluida.
“Desde que yo llegué a vivir aquí, la calle está en malas condiciones. Yo en la noche casi no salgo por lo mismo, ya ve cómo está de piedras, me voy a tropezar y me voy a caer. Tuve una caída y me rompí, por eso ya prefiero no salir en la noche o cuando ya está oscureciendo”, relata.
Indicó que la calle Aldama no es la única en deplorables condiciones; también lo están la Veracruz y casi todas las que integran esa colonia, que asegura, siempre ha sido olvidada por las autoridades.
“Vinieron y la rasparon, quedaron en regresar a echar el chapopote, pero ya no volvieron. Ya se quedó así. Y ahorita ya está tapada la línea de drenaje, porque se está tirando el agua, y estoy pensando que hasta se está contaminando el agua que tomamos”, denuncia.
Doña Margarita lamenta que las obras para mejorar las calles y el entorno de la colonia sean mínimas o nulas.