Miles de trabajadores tomaron las calles de la Ciudad de México este 1 de mayo para conmemorar el Día Internacional del Trabajo, con la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas como principal exigencia.
Al grito de consignas como “¡Yo vivo para trabajar, no trabajo para vivir!” y “¡40 horas ya!”, distintos sindicatos y colectivos laborales se manifestaron pacíficamente desde puntos como el Hemiciclo a Juárez y el Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino.
Durante el acto oficial del Gobierno federal, la presidenta Claudia Sheinbaum, acompañada por líderes sindicales y el titular de la Secretaría del Trabajo, Marath Bolaños, anunció que la implementación de la semana laboral de 40 horas será “paulatina y gradual”, con el compromiso de alcanzarse completamente en enero de 2030.
Esta medida forma parte de una serie de reformas laborales impulsadas por el actual gobierno.
En la segunda movilización del día, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ratificó su llamado a un paro nacional para el próximo 15 de mayo, Día del Maestro.
La dirigencia sindical reiteró su rechazo a la ley del ISSSTE y exigió un sistema de pensiones solidario, aumentos salariales, jubilación por años de servicio, así como mejoras en salud y vivienda para el magisterio.
Ambas manifestaciones reunieron a trabajadores de diferentes entidades del país y recordaron la lucha histórica por los derechos laborales, como las huelgas de Cananea y Río Blanco en México, y la huelga de Chicago en 1886 en Estados Unidos, origen de esta conmemoración mundial por la dignificación del trabajo.
