José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay y figura emblemática de la política latinoamericana, falleció a los 89 años.
Su muerte marca el fin de una etapa en la que fue reconocido por su estilo austero, su coherencia política y su cercanía con la ciudadanía.
En octubre de 2020, Mujica anunció su retiro definitivo de la vida política al renunciar a su escaño en el Senado uruguayo.
En su emotiva despedida ante la Cámara, dejó un mensaje que resumió su filosofía de vida:
“Triunfar en la vida no es ganar, es levantarse y volver a empezar cada vez que uno cae”.
A comienzos de 2024, el exmandatario hizo pública su enfermedad en una entrevista, donde habló con serenidad sobre su estado de salud. “Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso”, expresó, mostrando la misma franqueza que lo caracterizó durante toda su trayectoria.
Con su fallecimiento, América Latina pierde a uno de sus líderes más respetados, recordado no solo por sus logros políticos, sino por haber llevado una vida en sintonía con sus convicciones: sin ostentación, con dignidad y compromiso social.