El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró la aprobación de su ambicioso plan fiscal en la Cámara de Representantes, luego de una ajustada votación de 215 a 214.
Tras el respaldo legislativo, instó al Senado a acelerar el proceso y enviar el proyecto a su despacho “lo antes posible”, con la expectativa de firmarlo antes del 4 de julio.
Trump calificó la propuesta como “la ley más importante en la historia del país”.
La iniciativa, apodada por el exmandatario como «el gran y hermoso proyecto de ley», contempla amplios recortes de impuestos, incluyendo la eliminación de tributos sobre propinas y horas extra.
También propone deducciones para la compra de vehículos fabricados en Estados Unidos, aumentos salariales para agentes fronterizos y el financiamiento del escudo antimisiles “Golden Dome”.
Adicionalmente, plantea la creación de cuentas de ahorro para fomentar la natalidad.
Sin embargo, el proyecto ha generado controversia debido a su impacto fiscal. De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), esta reforma aumentaría la deuda nacional en 2.4 billones de dólares en la próxima década.
Para contrarrestar el gasto, la ley incluye recortes a programas de seguridad social y endurece los requisitos para acceder a ayudas alimentarias y sanitarias, lo cual ha sido duramente criticado por sectores opositores.
Durante el proceso, Trump enfrentó divisiones dentro de su propio partido, lo que lo llevó a reunirse personalmente con congresistas republicanos para asegurar su respaldo.
Finalmente, tras superar los obstáculos en la Cámara Baja, la propuesta pasará al Senado, de mayoría republicana, donde se espera que sea debatida en los próximos días.
