Un brote de gripe aviar en una granja del estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, ha provocado que al menos 21 países y bloques económicos suspendan las importaciones de carne de pollo procedente del país sudamericano. De estos, once optaron por restringir solo la entrada de productos provenientes de la región afectada, mientras que otros aplicaron vetos a nivel nacional.
China, principal comprador del pollo brasileño, junto con la Unión Europea, México, Corea del Sur, Chile y otros países, han detenido sus compras tras confirmarse el brote en Montenegro, municipio clave dentro de la producción avícola brasileña. Esta situación impacta directamente a un sector que en 2024 exportó más de cinco millones de toneladas de productos avícolas.
Algunos países, como Japón y Arabia Saudita, respetan el principio de regionalización promovido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), limitando las restricciones al municipio donde se detectó la enfermedad. Por su parte, el gobierno brasileño negocia para que más países adopten esta medida y eviten afectaciones en otras zonas productoras.
La suspensión de importaciones representa un desafío significativo para el sector avícola brasileño, especialmente en Río Grande do Sul, estado que no solo enfrenta el brote, sino también las consecuencias de fuertes lluvias e inundaciones recientes. La regionalización aparece como una estrategia clave para proteger la economía avícola en las áreas no contaminadas.
