Un hombre de 67 años fue acusado por las autoridades surcoreanas tras provocar un incendio en un vagón del metro de Seúl, lo que dejó a 22 personas hospitalizadas y a 129 más con lesiones menores o crisis nerviosas. El ataque ocurrió en la Línea 5, entre las estaciones Yeouinaru y Mapo, mientras el tren circulaba repleto de pasajeros.
El acusado, identificado como Won, roció gasolina y prendió fuego dentro del vagón en movimiento, eligiendo intencionalmente un tramo subterráneo bajo el río Han para reducir las posibilidades de escape. Según la Fiscalía del Distrito Sur, el sujeto planeó el atentado durante más de una semana, comprando combustible y materiales de forma deliberada para ocultar su identidad.
La motivación del ataque, según las autoridades, fue el resentimiento tras perder una apelación en su proceso de divorcio. Durante el juicio, Won declaró que pretendía quitarse la vida y convertirse en un símbolo público. Especialistas determinaron que, si bien no presentaba trastornos mentales graves, mostraba pensamiento egocéntrico y una percepción distorsionada de la realidad.
Gracias a que los vagones del metro son ignífugos desde un incendio masivo ocurrido en 2003, la tragedia no fue mayor. Sin embargo, la fiscalía considera que el agresor actuó con plena conciencia del peligro para los pasajeros y solicitará la pena máxima por intento de asesinato y otros delitos graves.