Ante una caída significativa en los casos de gusano barrenador en el ganado, la industria cárnica mexicana se prepara para una posible reapertura de la frontera con Estados Unidos. Esta mejora sanitaria ha despertado confianza entre productores y autoridades, quienes aseguran que las condiciones técnicas ya están dadas para reanudar las exportaciones detenidas desde hace casi un mes.
Actualmente, el número de casos semanales se ha reducido de 120 a solo 30, gracias a un operativo coordinado que incluye vigilancia sanitaria, control epidemiológico y la liberación masiva de insectos estériles en zonas estratégicas. Esta labor cuenta con el respaldo de gobiernos de México, EE.UU. y Centroamérica, así como de organismos especializados como Senasica y la COPEG.
Durante el cierre comercial, México ha dejado de enviar más de 5 mil cabezas de ganado al día, lo que se traduce en pérdidas económicas superiores a los 11 millones de dólares diarios. Esta situación también ha generado presiones logísticas y costos adicionales en los centros de alimentación y procesamiento de carne.
Aunque el gusano barrenador solo afecta a animales vivos con heridas, los productos cárnicos siguen siendo seguros para el consumo humano, gracias a rigurosos controles federales. Representantes del sector confían en que una próxima visita técnica del Departamento de Agricultura de EE.UU. confirme los avances y permita levantar la suspensión comercial en los próximos días.
