En Monterrey, se presentó una propuesta para sancionar a propietarios de perros que generen ruido excesivo, como parte de un esfuerzo por atender denuncias ciudadanas relacionadas con ladridos constantes.
La propuesta establece multas que van de los 2,500 a los 4,500 pesos, dependiendo del nivel de afectación causada por el ruido. No se pretende castigar a los animales, sino responsabilizar a quienes los mantienen en condiciones inadecuadas que provocan estrés, hambre, encierro o falta de atención, lo cual detona comportamientos como ladridos continuos.
Además de la sanción económica, los propietarios deberán asistir a cursos sobre bienestar animal, tenencia responsable y adiestramiento canino. La regidora explicó que la medida busca mejorar la convivencia vecinal y fomentar la atención adecuada a las mascotas, más que generar ingresos por multas.
