Durante el fin de semana, se registraron intensas protestas en Los Ángeles y otras ciudades de California en rechazo a la ofensiva migratoria impulsada por la administración del expresidente Donald Trump. Las movilizaciones comenzaron el viernes, luego de que agentes federales arrestaran a al menos 44 personas como parte de las redadas. Las manifestaciones derivaron en enfrentamientos con la policía y numerosos detenidos.
El gobierno federal desplegó cerca de 300 elementos de la Guardia Nacional en distintas zonas de Los Ángeles, sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom, quien criticó la decisión. Es la primera vez en décadas que un presidente ordena este tipo de despliegue sin previa solicitud estatal. Autoridades locales reforzaron la seguridad con bloqueos policiales, patrullajes y el uso de vehículos blindados.
En respuesta a los disturbios, las autoridades declararon el centro de Los Ángeles como zona de reunión ilegal. El domingo, la policía arrestó a 27 manifestantes en esa ciudad, mientras que en San Francisco se reportaron 60 detenidos, incluidos menores de edad, durante una protesta frente al edificio del Servicio de Inmigración que se tornó violenta.
Agentes del orden utilizaron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a los manifestantes, lo que provocó incendios menores y daños materiales. Las protestas continúan como parte del rechazo a las políticas migratorias federales, y el ambiente en varias ciudades de California sigue siendo tenso.
