La nave espacial Starship 36, desarrollada por la empresa SpaceX de Elon Musk, explotó la noche del miércoles durante una prueba a escasos 100 metros del territorio mexicano, provocando la caída de fragmentos en el Río Bravo y en ejidos del municipio de Matamoros, Tamaulipas.
Aunque la compañía señaló que la explosión ocurrió en su base Starbase, en Texas, en realidad el estallido se originó en el Centro de Pruebas Massey, una instalación ubicada justo a la orilla del río que divide a México y Estados Unidos.
Durante un recorrido realizado el jueves en la zona, se observaron piezas cilíndricas de uno a dos metros de largo y estructuras metálicas con los colores blanco y negro, característicos de las naves Starship, flotando en el río o esparcidas en terrenos agrícolas del lado mexicano.
Tras una nueva explosión de la nave Starship de SpaceX durante pruebas realizadas la noche del miércoles en Brownsville, Texas, fragmentos del cohete volvieron a caer del lado mexicano, en zonas cercanas a Matamoros, Tamaulipas. De acuerdo con Conibio Global A.C., pescadores… pic.twitter.com/xoXQrFor9y
— La Silla Rota (@lasillarota) June 19, 2025
A pesar del impacto ambiental, no se ha desplegado personal para limpiar los restos ni se han acordonado las áreas afectadas, lo que mantiene el riesgo de contaminación en ecosistemas fronterizos.
