Ante el avance de protestas contra las redadas migratorias en distintas ciudades de Estados Unidos, el gobierno de Texas ordenó el despliegue de la Guardia Nacional para prevenir actos violentos. El gobernador Greg Abbott justificó la medida asegurando que las protestas pacíficas son legales, pero cualquier daño a personas o propiedades será sancionado con arrestos. Texas se convierte así en el segundo estado con presencia militar, aunque a diferencia de California, cuenta con la aprobación de su gobernador.
San Antonio, Houston, Dallas y Austin figuran entre las ciudades donde se prevé mayor participación este sábado, coincidiendo con el desfile militar federal por el aniversario del Ejército de EE.UU. En San Antonio, donde ya hay convocatorias activas, la policía local se prepara para contener cualquier alteración al orden. El expresidente Donald Trump advirtió que, de presentarse manifestaciones durante el desfile, habrá una “respuesta contundente”.
Las movilizaciones surgieron tras los operativos migratorios realizados por el Servicio de Control de Inmigración (ICE), que iniciaron en Los Ángeles y se han extendido a Nueva York, Chicago y otras ciudades. En algunos puntos se han registrado enfrentamientos, vehículos incendiados y toques de queda. Trump ya desplegó 4,000 elementos de la Guardia Nacional y 700 marines, además de amenazar con invocar la Ley de Insurrección para llevar al Ejército a las calles.
El conflicto escaló a nivel internacional luego de que la secretaria de Seguridad Nacional, Kriti Noem, acusara a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de incitar las protestas con declaraciones supuestamente manipuladas. Sheinbaum rechazó las acusaciones y aseguró que nunca ha llamado a movilizaciones en territorio estadounidense, reiterando su rechazo a la violencia venga de donde venga.