Plataformas internacionales como Alibaba ofrecen en línea mini refinerías de petróleo con precios que oscilan entre 2 mil 500 y 700 mil dólares. Estas instalaciones, fabricadas principalmente en China, pueden adquirirse sin restricciones legales, lo que abre la posibilidad de que sean utilizadas por grupos delictivos, advirtieron especialistas en seguridad y comercio ilegal.
Expertos consultados aseguran que no existe prohibición alguna para importar este tipo de maquinaria industrial a México, ya que no está clasificada como material restringido, como sí lo están las armas, explosivos o medicamentos. Una vez en el país, el equipo puede ser montado en pocos días por personal capacitado, sin necesidad de permisos si no se pone en operación inmediata.
Casos como el aseguramiento de una planta clandestina en Coatzacoalcos, Veracruz, en junio pasado, evidencian cómo estas instalaciones pueden ser empleadas fuera de toda norma de seguridad y sin supervisión oficial. Investigadores y consultores coinciden en que existe un vacío legal sobre la regulación de estas plantas, lo cual impide a las autoridades prevenir su uso ilícito.
El problema central, afirman analistas, radica en la falta de inteligencia proactiva por parte del Estado para rastrear quién importa, instala y opera estos equipos. Además, especialistas en derecho subrayan que la Ley de Hidrocarburos no contempla dimensiones mínimas para definir una refinería, por lo que incluso las más pequeñas deberían requerir permisos si cumplen funciones similares a una planta convencional.