En Nuevo Laredo, Tamaulipas, el comerciante Miguel Ríos García denunció que su hijo y dos empleados fueron perseguidos durante más de tres horas por un convoy del Ejército Mexicano, el cual presuntamente los despojó de 50 mil pesos, mil dólares y varios teléfonos celulares. El hecho ocurrió el 25 de julio y se viralizó luego de que el afectado transmitiera en vivo la persecución, en la que varios vehículos, incluida su camioneta con mercancía, resultaron dañados.
La persecución terminó en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines, donde, presionados por ciudadanos, los militares devolvieron sólo una parte del botín y admitieron que el dinero había sido repartido entre los elementos del convoy.
Ríos García afirmó que hasta el momento el Ejército sólo ha devuelto mil dólares y dos mil pesos, mientras que el resto del dinero está condicionado a una “negociación informal” con el coronel David González Carrasco, comandante del 16º Regimiento de Caballería Motorizada, quien se comprometió a entregar el resto.
El comerciante también denunció que los militares amenazaron a su hijo y trabajadores con “levantarlos” o fabricarle delitos si seguían denunciando lo sucedido. Hasta ahora no se ha informado de sanciones o investigaciones en contra de los elementos involucrados.
