La Cruz Roja Mexicana en la zona conurbada de Tampico, Madero y Altamira enfrenta una de las peores crisis de su historia: ya no cuenta con ninguna ambulancia operativa, obligando a sus paramédicos a llegar a accidentes en camionetas de redilas, autos particulares, transporte público o incluso pidiendo aventón.
Enrique Sierra, coordinador de Voluntarios de la Cruz Roja, relató que apenas este lunes acudieron a un accidente en la avenida Obregón a bordo de una camioneta de carga debido a la falta de unidades. “Llegamos para atender un choque en moto en una camioneta 350 (de redilas), equipada ante la falta de ambulancias”, explicó.
La crisis comenzó desde 2020 con la suspensión de la colecta anual, lo que dejó a la institución sin recursos para gasolina, insumos o mantenimiento. Para 2023 solo funcionaba el 40% de su flota y este 2025, ninguna ambulancia está en servicio. Todas permanecen en un taller municipal, donde el ayuntamiento ofrece la mano de obra, pero la Cruz Roja no tiene dinero para las refacciones.
El problema ha obligado a familias de heridos a pagar ambulancias privadas, mientras bomberos voluntarios y paramédicos improvisan para responder a accidentes, incendios y volcaduras. “Las emergencias no se detienen, pero las ambulancias sí”, lamentó Salvatore Vargas, coordinador de Bomberos Voluntarios de Tamaulipas.
Los ayuntamientos deberían contar con ambulancias propias, pero históricamente han dependido de la Cruz Roja para la atención de emergencias. Hoy, en Tampico, lo extraordinario se ha vuelto rutina: paramédicos con chalecos rojos llegando en vehículos improvisados para salvar vidas.