En Isla Cortés, Navolato, una zona costera del estado de Sinaloa, comenzaron obras para un desarrollo turístico que ha provocado la destrucción de manglares, pese a ser un ecosistema protegido. El proyecto, llamado “Manglares”, es promovido por la empresa Housesin Desarrollos.
Aunque forma parte del régimen de Nuevo Altata, la empresa no ha tramitado la cesión de derechos ambientales obligatoria. La Manifestación de Impacto Ambiental vigente prohíbe claramente la afectación de manglares y construcciones en zonas húmedas.
En el sitio, ubicado en el municipio de Navolato, ya hay canales artificiales, rellenos y maquinaria, sin contar con licencia municipal ni autorización de Protección Civil, según autoridades locales. El daño ambiental alcanza al menos una hectárea.
Pese a no tener permisos, el fraccionamiento ya se promueve en redes sociales. Expertos advierten que el manglar es un ecosistema clave y legalmente protegido, y su destrucción representa una amenaza para la biodiversidad y la protección natural contra huracanes.