Gran parte de los restos de los cohetes Starship 8 y 9 de SpaceX continúan en el fondo del Golfo de México, frente a las costas de Tamaulipas. De acuerdo con la organización ambiental Conservación e Investigación de la Biodiversidad (Conibio Global), apenas un 10% de la basura espacial ha sido retirada, mientras que el resto sigue disperso entre flora y fauna marina.
Entre los desechos se encuentran tubos propulsores, fragmentos metálicos y piezas tecnológicas que quedaron encalladas tras los lanzamientos de la empresa de Elon Musk. Según Jesús Elías Ibarra Rodríguez, director de Conibio Global, retirar las piezas en este momento sería riesgoso, ya que la maquinaria podría afectar la temporada de anidación de tortugas marinas.
El ambientalista explicó que la plataforma estadounidense contratada por SpaceX, capaz de operar a 80 metros de profundidad, ya realizó maniobras en aguas mexicanas sin contar con un análisis de impacto ambiental. Esta situación ha generado reclamos del gobierno federal, que evalúa si es más viable dejar la estructura como un posible arrecife artificial o continuar con las operaciones de limpieza.
Ibarra advirtió que aproximadamente el 90% de los restos permanece en el fondo marino, con piezas de hasta 60 u 80 metros de largo. Señaló que, en algunos puntos de Playa Bagdad, basta excavar unos centímetros para encontrar huellas de estos desechos. La Secretaría de Marina mantiene recorridos de vigilancia para evitar que la plataforma de SpaceX regrese sin permisos.
Por su parte, la Secretaría de Marina confirmó que SpaceX ya retiró su plataforma de recuperación y que la empresa será sancionada por operar sin los permisos correspondientes.