El vuelo 3023 de American Airlines, operado con un Boeing 737 MAX 8 con 173 pasajeros y seis tripulantes, se preparaba para despegar del Aeropuerto Internacional de Denver rumbo a Miami el sábado por la tarde. Durante la maniobra de salida, la aeronave presentó un problema en el tren de aterrizaje, lo que provocó humo y un fuerte estruendo que alarmó a los pasajeros y a la tripulación.
Ante la emergencia, el piloto abortó el despegue y activó el protocolo de evacuación. Los pasajeros salieron por las rampas inflables, algunos cargando su equipaje y niños pequeños. En el proceso, varias personas tropezaron al llegar al suelo, aunque la evacuación se realizó de manera rápida para evitar riesgos mayores.
El Departamento de Bomberos de Denver intervino para apagar un incendio que se había iniciado en la aeronave. American Airlines informó que un pasajero fue trasladado a un hospital con una lesión menor, mientras que otros cinco fueron evaluados por personal médico en el lugar sin requerir hospitalización.
Posteriormente, los pasajeros fueron trasladados en autobuses hacia la terminal. La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que la falla estuvo relacionada con un neumático del tren de aterrizaje. La aeronave fue retirada de servicio para una inspección exhaustiva por parte del equipo de mantenimiento.
