Luego de las intensas lluvias que han afectado al sur de Tamaulipas, agravadas por el paso de la tormenta tropical “Barry”, el gobernador Américo Villarreal Anaya reconoció que las condiciones actuales de la zona hacen urgente la construcción de infraestructura hidráulica de gran escala para prevenir inundaciones futuras.
Aunque se han realizado labores de limpieza en los cerca de 78 drenes pluviales de la zona conurbada, el problema estructural persiste: muchas colonias ya están al nivel del mar y del sistema lagunario, lo que dificulta el desalojo del agua durante lluvias fuertes o cuando los ríos aumentan su caudal.
El gobernador señaló que no basta con mantener limpios los drenes, sino que se necesitan obras de mayor magnitud, especialmente sobre los ríos Pánuco y Tamesí, cuya creciente, combinada con mareas altas, impide que el agua fluya y provoca inundaciones. En este contexto, destacó que hasta el momento no se reportan personas fallecidas ni desaparecidas, aunque tres colonias resultaron afectadas por encharcamientos y 15 personas fueron trasladadas a albergues de manera preventiva.
Por su parte, el secretario de Recursos Hidráulicos del estado, Raúl Quiroga Álvarez, informó que ya se avanza en proyectos para resolver este problema. Entre ellos, destaca una obra para almacenar excedentes de agua de lluvia, cuya construcción podría comenzar en 2026, una vez que se obtenga la autorización de la Comisión Nacional del Agua.