Estados Unidos implementará un programa piloto que exigirá un depósito económico a ciertos solicitantes de visa de turismo (B-1/B-2), como medida para frenar la permanencia ilegal de extranjeros en su territorio. Así lo informó el Departamento de Estado, a través de una notificación publicada en el Registro Federal.
Aunque aún no se han dado a conocer los países que serán parte del plan, se estima que alrededor de 2 mil solicitantes deberán cubrir una fianza promedio de 10 mil dólares, que podría aumentar hasta los 15 mil dólares, según determinen las autoridades consulares. El monto será reembolsable si el visitante demuestra que cumplió con el tiempo autorizado en EE.UU.
La medida está dirigida a países con altos índices de personas que exceden su estadía legal, y busca presionar a los gobiernos a tomar acciones para garantizar el regreso de sus ciudadanos.
“El Departamento manda un mensaje a todos los países para que tomen acciones inmediatas… y refuercen la verificación de identidad y antecedentes”, señala el documento oficial.
Este nuevo requisito se suma a otros incrementos aprobados recientemente, como la llamada “tarifa de integridad de visa” de al menos 250 dólares, además de nuevas cuotas para solicitudes de asilo y otros trámites migratorios. Las reformas fueron impulsadas bajo la ley promovida por el expresidente Donald Trump, con el objetivo de reforzar el control migratorio.
