Llegar solo a una ciudad desconocida no ha sido obstáculo para José Ángel Aguilar García, originario de Ciudad Valles, San Luis Potosí. Con 22 años y a un año de graduarse en Mecatrónica en el Instituto Politécnico de Victoria, ha encontrado en el corte de cabello una manera de sostenerse económicamente mientras persigue sus metas académicas.
Aprendió el oficio gracias a su madre y lo perfeccionó durante la pandemia, cuando comenzó practicando en familiares y amigos. Hoy, sin un local fijo, improvisa su espacio de trabajo bajo un árbol en la universidad o en domicilios cercanos, equilibrando las exigencias de sus estudios con una clientela que crece gracias a su dedicación.
Su rutina inicia antes del amanecer, organizando el día entre clases, tareas y citas para cortes de cabello. Más que un medio para obtener ingresos, este trabajo se ha convertido en un símbolo de su perseverancia y capacidad de adaptación.
La historia de José Ángel es un ejemplo de que, con disciplina y creatividad, es posible abrir camino incluso lejos de casa y sin más respaldo que el propio esfuerzo.