En una acción de tres días, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó la detención de 78 personas sospechosas de cometer delitos migratorios en el Valle del Río Grande, al sur de Texas. La operación, denominada Pick-Off, inició el 22 de agosto y se desarrolló en los condados de Cameron, Willacy, Hidalgo y Starr, con la participación de agencias como ICE, FBI y DEA.
El fiscal del Distrito Sur de Texas, Nicholas Ganjei, advirtió que el operativo busca reforzar la seguridad en las comunidades y alcanzará los 43 condados bajo su jurisdicción. “Si usted está aquí ilegalmente y comete delitos en nuestra comunidad, puede esperar nuestra visita, y esa visita llegará más pronto que tarde”, declaró.
De acuerdo con el informe oficial, 65 de los detenidos eran personas previamente deportadas, en libertad condicional tras cumplir condenas estatales por delitos como tráfico de drogas y agresión. Ahora enfrentan cargos federales por reingreso ilegal a territorio estadounidense.
Otros 11 arrestados fueron acusados de violaciones similares de inmigración y podrían ser deportados de inmediato, mientras que dos personas más enfrentan cargos menores por evadir la inspección de oficiales migratorios, concluyó el comunicado.
