Un tiroteo ocurrido la mañana del martes en la Escuela Católica Annunciation, en Minneapolis, dejó dos niños de 8 y 10 años muertos y 17 personas heridas, 14 de ellas menores, según autoridades locales. El jefe de la Policía, Brian O’Hara, informó que dos de los heridos permanecen en estado crítico y que el presunto agresor fue hallado muerto en el estacionamiento de la iglesia, aparentemente por suicidio.
El ataque ocurrió alrededor de las 8:30 horas locales, durante una misa por el inicio del ciclo escolar. De acuerdo con los primeros reportes, el atacante disparó desde el exterior hacia la capilla a través de las ventanas utilizando un rifle semiautomático, además de portar una escopeta y una pistola. Testigos afirmaron haber escuchado entre 30 y 50 detonaciones en pocos minutos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, agradeció al FBI por su rápida intervención y pidió a la ciudadanía acompañarlo en oración por las víctimas. Por su parte, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, confirmó que la policía estatal encabeza la investigación y que la identidad del tirador se mantiene reservada mientras avanzan las pesquisas.
Familias y alumnos fueron resguardados en una zona segura de la escuela, donde reciben atención de personal de emergencia. El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, calificó el hecho como una tragedia indescriptible, mientras que el jefe policial O’Hara lo consideró “un acto deliberado de violencia”. Las autoridades continúan recabando pruebas y testimonios para esclarecer el ataque.
