Un safari en el Delta del Okavango, en Botswana, terminó en momentos de tensión luego de que un elefante enfurecido atacara a un grupo de turistas británicos y estadounidenses que viajaban en canoas tradicionales conocidas como makoros. El hecho ocurrió el pasado 27 de septiembre de 2025, coincidiendo con el Día Mundial del Turismo.
De acuerdo con medios internacionales, el ataque se desató cuando los guías locales se acercaron demasiado a una hembra de elefante con crías. Un macho protector emergió de los juncos y embistió las embarcaciones con su trompa y colmillos, volcando a los visitantes en aguas infestadas de cocodrilos.
En medio del caos, una mujer fue golpeada y sumergida por el animal, aunque logró sobrevivir gracias a que su esposo la rescató y ambos alcanzaron la orilla. Los cuatro turistas resultaron ilesos, aunque perdieron pertenencias de alto valor como cámaras y teléfonos móviles.
Testigos advirtieron que la situación pudo haber terminado en tragedia. Un exguardabosques sudafricano señaló que “tuvieron muchísima suerte, porque los cuatro podrían haber muerto fácilmente”, mientras que otro observador destacó que, además del elefante, los cocodrilos e hipopótamos del delta representaban una amenaza mortal.