Un terremoto de magnitud 6.0 sacudió el este de Afganistán la noche del domingo, dejando al menos 800 personas muertas y 2,500 heridas, según confirmaron este lunes autoridades talibanas. El epicentro se localizó a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar, a una profundidad de ocho kilómetros, lo que amplificó la fuerza destructiva del sismo. Al temblor principal le siguieron al menos dos réplicas de magnitud 5.2.
Las provincias de Kunar, Nangarhar, Nuristán y Laghman fueron las más afectadas, con reportes de daños graves en viviendas precarias y caminos bloqueados por deslizamientos de tierra. Las sacudidas también alcanzaron a la capital, Kabul, generando alarma entre la población. Las autoridades advirtieron que el número de víctimas podría aumentar conforme avancen las labores de rescate en zonas remotas de difícil acceso.
Desde la madrugada, equipos de rescate y voluntarios locales trabajan para localizar sobrevivientes entre los escombros, aunque las operaciones se complican por la precariedad de la infraestructura. La ONU, la Media Luna Roja Afgana y el gobierno talibán han desplegado brigadas médicas y asistencia de emergencia para atender a los damnificados.
El desastre ocurre en un país ya golpeado por crisis humanitarias y por su alta vulnerabilidad a los sismos, debido a la ubicación geográfica en la cordillera del Hindú Kush. Este terremoto es considerado el más grave desde octubre de 2023, cuando varios temblores en la provincia de Herat provocaron la muerte de más de 1,500 personas.
