En las últimas semanas, el virus coxsackie también conocido como “mano-boca-pie” ha registrado un aumento constante de casos en escuelas, guarderías y estancias infantiles. Este brote silencioso ha provocado el cierre temporal de planteles en varios municipios, especialmente en Tampico, donde los contagios en escuelas pasaron de 4 a 17 en solo una semana.
¿Qué tan grave es la enfermedad?
El virus afecta principalmente a niños menores de cinco años. Provoca fiebre, ampollas en la boca, manos y pies, así como malestar general. Aunque es altamente contagioso, no se han registrado muertes y suele desaparecer en pocos días. Sin embargo, su rápida propagación ha generado una “pandemia discreta”, debido a la falta de medidas contundentes y a que muchos padres continúan enviando a sus hijos enfermos a clases.
¿Cuántos casos se han registrado oficialmente?
De acuerdo con la Secretaría de Salud estatal, en lo que va de 2025 se han confirmado 44 brotes y 221 casos en Tamaulipas. Las jurisdicciones más afectadas incluyen Victoria, Tampico, Reynosa, Nuevo Laredo, Valle Hermoso y Altamira. En Reynosa, un solo jardín de niños reportó hasta 26 casos. En Tampico, algunas escuelas han suspendido clases o vuelto temporalmente a la modalidad en línea para frenar los contagios.
¿Qué medidas se están tomando en las escuelas?
La Jurisdicción Sanitaria indica que si se presentan tres o más casos comprobados en un salón, se procede al cierre temporal y a labores de desinfección. Además, se insiste en reforzar medidas básicas como el lavado frecuente de manos, uso de gel antibacterial, ventilación de espacios y aislamiento de niños enfermos por al menos siete días. Algunas escuelas, por decisión propia, han optado por clases virtuales.
¿Cómo se están informando los padres de familia?
La comunicación oficial ha sido limitada. Padres y maestros usan grupos de WhatsApp para compartir información sobre qué planteles tienen contagios, ya que las autoridades educativas no han emitido reportes públicos constantes. Esta situación ha generado incertidumbre entre las familias, que se enteran de los brotes por mensajes internos más que por canales oficiales.