Un bebé de un año, originario de Reynosa, Tamaulipas, murió en la clínica 25 del IMSS en Monterrey luego de ingerir accidentalmente una pila electrónica tipo botón, lo que le provocó una grave intoxicación interna. El menor, identificado como Ángel, había sido trasladado a Nuevo León tras varios días de complicaciones.
De acuerdo con los primeros reportes, la madre del niño relató que lo sorprendió con una pila cilíndrica en la boca, misma que logró retirarle, pero poco después el pequeño comenzó a presentar malestares y dificultad para respirar. Una radiografía médica confirmó la presencia del objeto en su estómago, por lo que fue enviado a Monterrey para una intervención endoscópica.
A pesar de los esfuerzos médicos, el menor falleció días después. El informe de la Fiscalía de Nuevo León señaló como causa de muerte una neumonitis secundaria a la ingesta del cuerpo extraño, derivada de la exposición a las sustancias químicas liberadas por la pila.
El caso ha generado conmoción y sirve como recordatorio del riesgo que representan las pilas electrónicas para los menores, debido a los graves daños que pueden causar si son ingeridas. Autoridades sanitarias recomiendan mantener estos objetos fuera del alcance de los niños.
