Científicos mantienen vigilado el volcán en Tonga tras erupción

17 enero, 2022 • Tonga
Científicos mantienen vigilado el volcán en Tonga tras erupción

Científicos mantienen vigilado el volcán en Tonga tras erupción

Los científicos están haciendo esfuerzos para mantener vigilado un volcán activo que entró en erupción el fin de semana frente a la isla de Tonga, en el Pacífico Sur, después de que la explosión destruyó el cráter a nivel del mar y sumergió su masa, ocultándola de los satélites.

La erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, que se encuentra en el sísmicamente activo Cinturón de Fuego del Pacífico, envió olas de tsunami a través del Océano Pacífico y se escuchó a unos 2,300 kilómetros de distancia en Nueva Zelanda.

La erupción del sábado fue tan potente que los satélites captaron no sólo enormes nubes de ceniza, sino también una onda de choque atmosférica que irradió desde el volcán a una velocidad cercana a la del sonido.

Janine Krippner, una vulcanóloga en Nueva Zelanda dijo que los instrumentos in situ probablemente fueron destruidos por la erupción mientras se estaban reuniendo los mejores datos para revisar la explosión y predecir la actividad.

Las fotografías y los vídeos mostraron nubes grises de ceniza sobre el Pacífico Sur y olas de un metro de altura que llegaban a la costa de Tonga.

Todavía no hay informes oficiales de heridos o muertos en Tonga, pero las comunicaciones telefónicas y de Internet son extremadamente limitadas y las zonas costeras periféricas permanecen aisladas.

Según los científicos, la inusual y «asombrosa» velocidad y potencia de la erupción indicaba que había una fuerza mayor en juego que el simple encuentro del magma con el agua.

El meteorólogo estadounidense Chris Vagasky estudió los relámpagos alrededor del volcán y descubrió que habían aumentado a 30,000 descargas en los días previos a la erupción. El día de la erupción detectó 400,000 rayos en sólo tres horas, lo que equivale a 100 por segundo.

La cifra se compara con los 8,000 rayos por hora durante la erupción del Anak Krakatau en 2018, que provocó que parte del cráter se derrumbara en el estrecho de Sunda y enviara un tsunami al oeste de Java, que mató a cientos de personas.

De igual forma dijo que resulta difícil predecir la actividad y que los respiraderos del volcán podrían seguir liberando gases y otros materiales durante semanas o meses.

«No sería raro que se produjeran algunas erupciones más, aunque quizá no tan grandes como la del sábado», dijo.

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