La prosa inédita del viajero Hans Christian Andersen

12 agosto, 2019 • Portugal
La prosa inédita del viajero Hans Christian Andersen

Aunque Hans Christian Andersen (1805-1875) es más conocido como el autor de cuentos para niños como La sirenita, El patito feo, Pulgarcito o El soldadito de plomo, también escribió diarios y relatos sobre sus viajes.

Así que tocó tierra en países como España, Inglaterra, Bélgica y Portugal, tal como lo muestra Una visita a Portugal, volumen traducido por primera vez al español, en donde explora su faceta como cronista.

En ese momento, el danés ya es un autor consagrado, tiene 60 años, lamenta que Luis de Camoens haya muerto como un escritor pobre, olvidado y lamenta que el público portugués olvidara al esclavo de Camoens, quien lo acompañó hasta su muerte.

En la parte alta, la más frecuentada de la ciudad, se levantará un monuento a Camoens: la plaza ya está plantada con árboles y flores, ya han instalado el pedestal, pero la estatua fue retirada y la van a sustituir por otra.

Pregunté: ¿Y el esclavo de Camoens lo van a poner también? Lo imaginaba sentado en la base, con la mano extendida, como cuando Camoens vivía, sentado y pidiendo para su pobre amo y abandonado amo, que estaba a punto de morir de hambre”.

Esa imagen –me respondieron– constituiría un continuo reproche a la nación, que no cuidó de su gran poeta mientras estaba vivo”.

¿Cómo será el monumento, no lo sé; su propia obra será siempre su mejor monumento, que hizo del nombre de Portugal algo más que cruentas batallas y descubrimientos de países”, expresa el autor danés.

Al respecto habla el traductor e investigador Jorge Simón Izquierdo Díaz, conversa con Excélsior y asegura que el planteamiento es un gesto de solidaridad.

Yo creo que él es solidario con sus colegas. Entonces, lo que le hicieron a Comens sería un poco lo que le hicieron los españoles a él (olvidarlo), o lo que le hacen cada día a cualquier escritor”.

Yo creo que es una reivindicación del escritor de Camoens –que es el nacional de Portugal–, quien murió en la pobreza y desconocido. Digamos que es un mensaje. Es una solidaridad profesional, pero no porque sea Camoens, sino por el hecho de ser un escritor… le echa en cara al público portugués y bueno la historia del esclavo de Camoens que es muy conocida”.

Izquierdo Díaz reconoce que Andersen tiene tres tipos de textos.

En uno están las novelas y la poesía, le siguen los cuentos que todo mundo conoce desde la infancia; y los cuadernos de viaje”, comenta.

¿Podría hablar sobre esos cuadernos de viaje? “Tiene una importante producción de cuadernos de viaje. Es más, en su autobiografía nos dice que ‘Viajar es vivir’, así que estos cuadernos ocupan una parte importante de su producción.

Andersen tuvo importantes viajes por el centro de Europa y oriente, desde Turquía hasta Inglaterra, Suecia y España, aunque él les llama visitas, quizá porque no se trata de un paseo sino de recorridos donde socializa”.

¿Viajó a Portugal por una invitación?, se le pregunta. “Fue por invitación de los hermanos O’Neil, que tenían una casa de contratación en Lisboa, a partir del cual escribe un relato de viajes donde describe lo que se encuentra a su paso, las personas, la naturaleza, y un poco de historia y literatura también.

¿Por qué la define como una obra de madurez? “Recordemos que él viaja como invitado, como una persona conocida. Así que debemos entender la relación… En ese momento ya es un señor adulto de 61 años, a quien le gusta que lo reciban, lo atiendan, lo reconozcan, lo cual no sucedió cuando visitó España en 1863”.

¿Fue todo lo contrario? “En aquel momento nadie lo reconoce. Más bien es un extraño, y los autores de la época no lo reciben.

Por esa razón se puede encontrar en este texto una especie de arrogancia ante lo que describe que mientras Portugal se encuentra en la edad moderna, España está en la Edad Media. Hay como un ánimo revanchista”.

¿Observa algún rastro xenófobo en sus observaciones? “No creo que él sea xenófobo… pero si el otro le ha rechazado antes, sí que guarda una especie de resentimiento, es decir, aquel que no me reconoció pues ahora lo voy a poner en su sitio”.

 ¿Cómo definiría el estilo del Andersen viajero? “Su forma de relatar es muy sencilla, así que asocio madurez con la simpleza de su escritura. A menudo se critica a Andersen por esa simpleza, pero yo creo que él lo tenía asumido y esto se muestra en el relato de su viaje, el cual no es pretensioso, pero sí contiene una gran profundidad. Digamos que él transmite ideas de forma muy clara, sin retórica ni grandes metáforas”.

DOS PLANOS

Para comprender la prosa viajera de Hans Christian Andersen es necesario tener presente que él escribía profusamente en sus diarios, y que en su narración existen dos planos visibles.

Por un lado está el plano del viajero, pero también aparece el del escritor. Él es un escritor magnífico y trabaja con eso, digamos que construye una ficción para que sea comprensible, es una ficción a partir de sus vivencias”, explica el investigador.

Y aquí tenemos dos planos: el realista o lo que vive; y la ficción que construye… Digamos que está escribiendo como danes y para daneses, donde opone el mundo extraño de España y el más cercano que es el portugués”.

En resumen, apunta Izquierdo, Una visita a Portugal es la búsqueda de una imagen danesa en Portugal,  pese a que se nota una distancia insalvable entre ambos países… Sin embargo, yo creo que él busca constantemente esa imagen, quizá como un gesto de amabilidad con sus anfitriones o porque así eligió ese enfoque”, concluye.

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