Juan Carlos Chío es padre de uno de los 28 alumnos del Tec. Victoria suspendidos de forma definitiva por estar relacionado con una presunta compra de calificaciones.
Este martes hizo públicas las cuatro denuncias presentadas ante diversas instancias por considerar ilegal la medida y señaló que lo que se pretende desde la dirección del plantel es generar una «cortina de humo» para desviar la atención de la verdadera magnitud del problema.
Señaló que es falsa la versión del «hacker» dada a conocer por el personal del Tecnológico y sostuvo que en la «comercialización» de calificaciones están involucrados el personal docente y la propia dirección.
«Nosotros calculamos por pláticas con diferentes personas que han intervenido que son más de 700 los alumnos involucrados, y no es de ahorita, ni de ayer, ni de hace seis meses, ya tiene mucho tiempo funcionando este tipo de situaciones»
«Es mentira el supuesto hacker, no lo han acreditado y no lo van a acreditar en la supuesta demanda que interpusieron»
Detalló que una de las demandas corresponde a la solicitud de amparo interpuesta en el juzgado primero de distrito en contra de la suspensión del estudiante, una más fue presentada ante la agencia del ministerio público de la federación y las dos restantes ante el órgano interno de control de la secretaría de educación pública y la comisión estatal de los derechos humanos.
El padre de familia asegura que en ningún momento fueron notificados en forma escrita de la aplicación de tal medida y solo lo hizo de forma verbal el titular de servicios escolares Alberto García Morales.
La ilegalidad de la suspensión, dijo Juan Carlos Chío, es evidente toda vez que tampoco fueron convocados a comparecer ante ninguna autoridad, ni administrativa, ni penal.
Insistió en que este tipo de situaciones no se explican si no es a través de un contubernio y sugirió una investigación a fondo a la nómina del plantel a fin de detectar más anomalías.
